Puesto que la inspiración divina de la Biblia es una gracia sobrenatural, solo Dios puede revelar cuales son los libros inspirados por El. La lista de los libros inspirados constituye el “Canon Bíblico”.
La realidad revelada del Canon Bíblico esta en la fe de la Iglesia desde sus orígenes. Los testimonios documentales mas importantes que se conservan de esta fe son los decretos de los Concilios de Cartago (alrededor del a. 400) y algunos otros documentos del Magisterio ordinario de la Iglesia desde el siglo V. El Concilio Florentino (a. 1441) recogió esta Tradición de la Iglesia. Esta verdad de fe fue definida solemnemente por el Concilio de Trento (a. 1546). El Concilio Vaticano I (a. 1870) reitero de modo solemne la definición del Concilio Tridentino, que a su vez ha asumido el Concilio Vaticano II (cf. DV,11).
El concepto de “canonicidad” supone el de “inspiración”. Un libro es canónico cuando habiendo sido escrito bajo la inspiración divina es reconocido y propuesto como tal r la Iglesia. La Iglesia no define como canónico ningún libro que no sea inspirado. El criterio que ha servido al Magisterio de la Iglesia para la definición de cuales son en concreto los libros inspirados y canonicos es la Sagrada Tradición, que arranca de Jesus y los Apostoles, interpretada con la asistencia del Espiritu Santo.
El Antiguo Testamento se compone, según el Canon Biblico, de 39 libros (para los judíos y protestantes), 46 libros (para los católicos, 47 si se toma el libro de Jeremías como libro aparte del libro de Baruc), 49 (para la Iglesia Ortodoxa, 50 si se toma aparte la Carta de Jeremías) y otras cantidades para otras creencias.
El Nuevo Testamento, que no se encuentra en los escritos judíos, se compone de 27 libros para todos los demás.
Así, el total de libros de la Biblia es de 66, 73 (o 74) o 76 (o 77) según el canon. Los 7 libros que no se encuentran en los escritos judíos pero sí en la Biblia católica se conocen como deuterocanónios (o apócrifos para los protestantes). Los 3 libros que además se encuentran en la Biblia ortodoxa también se les suele denominar como deuterocanónicos por algunos o apócrifos por otros.
La realidad revelada del Canon Bíblico esta en la fe de la Iglesia desde sus orígenes. Los testimonios documentales mas importantes que se conservan de esta fe son los decretos de los Concilios de Cartago (alrededor del a. 400) y algunos otros documentos del Magisterio ordinario de la Iglesia desde el siglo V. El Concilio Florentino (a. 1441) recogió esta Tradición de la Iglesia. Esta verdad de fe fue definida solemnemente por el Concilio de Trento (a. 1546). El Concilio Vaticano I (a. 1870) reitero de modo solemne la definición del Concilio Tridentino, que a su vez ha asumido el Concilio Vaticano II (cf. DV,11).
El concepto de “canonicidad” supone el de “inspiración”. Un libro es canónico cuando habiendo sido escrito bajo la inspiración divina es reconocido y propuesto como tal r la Iglesia. La Iglesia no define como canónico ningún libro que no sea inspirado. El criterio que ha servido al Magisterio de la Iglesia para la definición de cuales son en concreto los libros inspirados y canonicos es la Sagrada Tradición, que arranca de Jesus y los Apostoles, interpretada con la asistencia del Espiritu Santo.
El Antiguo Testamento se compone, según el Canon Biblico, de 39 libros (para los judíos y protestantes), 46 libros (para los católicos, 47 si se toma el libro de Jeremías como libro aparte del libro de Baruc), 49 (para la Iglesia Ortodoxa, 50 si se toma aparte la Carta de Jeremías) y otras cantidades para otras creencias.
El Nuevo Testamento, que no se encuentra en los escritos judíos, se compone de 27 libros para todos los demás.
Así, el total de libros de la Biblia es de 66, 73 (o 74) o 76 (o 77) según el canon. Los 7 libros que no se encuentran en los escritos judíos pero sí en la Biblia católica se conocen como deuterocanónios (o apócrifos para los protestantes). Los 3 libros que además se encuentran en la Biblia ortodoxa también se les suele denominar como deuterocanónicos por algunos o apócrifos por otros.
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