jueves, 20 de septiembre de 2007

Carta de Jesus a sus amigos

Queridos amigos:
Como ustedes saben, yo pedía muy pocas cosas en mi vida. Pedí una posada, antes de nacer, pensando sobre todo en mi madre. Pedí a Zaqueo que me alojara en su casa, y a otro buen amigo el salón para celebrar la Pascua. Pedí un par de veces agua para beber. ¡Ah!, y también pedí un burrito para hacer mi entrada triunfal en Jerusalén.

No me interesaban las cosas. Me interesaban las personas. Me interesaba, sobre todo, la amistad. No me cansaba de pedir amigos: amigos que me siguieran, que se unieran a mi causa, que compartieran mi ideal, que estuvieran conmigo, que continuaran mi tarea.

Hoy no les voy a pedir ayuda material, aunque también la necesito para mis pobres. Tampoco les voy a pedir que dejen a sus familiares y sus estudios, aunque a alguno se lo seguiré pidiendo. Mi petición va dirigida a todos y cada uno.

Deseo seguir "haciendo el bien", pues veo a tanta gente triste y necesitada. Me muero de pena al ver que muchos niños no sonríen y mueren prematuramente. No puedo soportar la imagen del joven que camina a la deriva, sin sentido, sin fe, que quema su vida con cualquier tipo de droga y se hunde en el infierno del vacío y de la desesperación. Me entristece la estampa del viejo, al que nadie quiere y parece estorbar en todas las partes. Cada matrimonio que se rompe es una cuchillada a mi corazón. No digamos otro tipo de violencias y de guerras. Me opongo al hecho que unos se aprovechen de los otros, que siga habiendo personas y pueblos sin libertad y sin dignidad.

Lo que les pido es que me presten sus manos para que con ellas yo pueda seguir curando, bendiciendo y acariciando. Les pido que me presten sus pies para que pueda seguir acudiendo a las llamadas de tantos desvalidos y para correr detrás de los que se descarrían. Les pido sus labios, para expresar ternura a tantos niños y a tantos hambrientos de amor. Les pido su lengua, para seguir dando buenas noticias a los pobres y denunciar a los hipócritas y opresores. Les pido tus ojos, para mirar con misericordia y cariño a toda la gente.

Les pido su rostro, para sonreír a cada uno, para sonreír a pesar de todo, para iluminar todas las situaciones con mirada de gracia, de paz y de alegría. Les pido en fin, su corazón, para que yo pueda seguir amando a mi manera.

Si me entregan sus bienes, no hace falta que se desprendan de ellos. Utilicenlos como si fuesen míos, como si ahora yo se los prestara. Hagan ustedes con ellos lo que estoy deseando hacer yo.

Sonrían aunque no tengas ganas de hacerlo, pero sabiendo que yo lo quiero. Compartan, aunque les cueste, pero piensen que yo lo haría.

Les infundiré mi Espíritu, para que yo pueda actuar desde cada uno de ustedes. Les enseñaré el modo y la manera, les daré la fuerza y la capacidad. Yo me prolongaré en ustedes. Serán mi instrumento. Ustedes y yo seremos palabra de amor, de verdad y vida para el hermano necesitado de ayuda.

Lo pido por el amor del Padre, por el dolor de los inocentes, por todo lo que más quieran.
En espera de su respuesta, les mando un abrazo de amistad.

Jesus

1 comentario:

denber5000 dijo...

Sigue subiendo Cartas de DIOS,
Jehova te Bendiga en el nombre de Jesus.
P.D.P.Y.C.D.C