miércoles, 19 de septiembre de 2007

11. Que son los Evangelios?


El momento culminante de la Revelación divina a la humanidad ha sido el de la Encarnación del Hijo de Dios.

El Concilio Vaticano II, en la Constit. DV. n. 4 enseña que Jesucristo “lleva toda la Revelación a su plenitud con su presencia y manifestación, con sus palabras y obras, signos y milagros, y, sobre todo, con su Muerte y Resurrección y con el envío del Espíritu de la Verdad... Con ello Cristo realiza la obra de salvación que el Padre le encomendó”.

El relato de la obra salvifica del Señor, ensenada de viva voz por los Apóstoles y entregada con continuo en la Sagrada Tradición de la Iglesia, ha quedado consignada por escrito, bajo la inspiración del mismo Espíritu Santo, en los libros del Nuevo Testamento en los que la palabra de Dios alcanza su culmen.

El NT se abre con cuatro (4) libros que llevan el titulo de “Evangelio”; igualmente inspirados que los restantes libros de la Sagrada Escritura, son los mas excelentes de todos ellos, porque constituyen el principal testimonio de la vida y de la doctrina de Jesucristo. Hacia el a. 150, San Justino llama a los Evangelios “recuerdos de los Apóstoles”.

La palabra “evangelio”, de origen griego (euangelion), significa originariamente “buena noticia”.
También se empleaba en la antigüedad griega para indicar la recompensa que se daba al portador de una buena noticia. También se aplicaba para hablar del sacrificio de acción de gracias que por la buena noticia se ofrecía a los dioses.

Los romanos llamaron “evangelios” al conjunto de los beneficios que el emperador Augusto había traído a la humanidad. Entre los judíos el verbo “evangelizar” = “anunciar el evangelio”, alcanza un particular relieve cuando se emplea para hablar de los tiempos mesiánicos, en los que Dios salvara al pueblo, como dice el Profeta Isaías: “Que hermosos son sobre los montes los pies del mensajero que anuncia la paz, que trae la buena noticia, que pregona la salvación” (Isaías 52, 7).

Cuando Nuestro Señor, desde el principio de su ministerio publico, invita a creer en el Evangelio, se refiere a la buena noticia del advenimiento del Reino de Dios que El anuncia y que llega con El: “El tiempo se ha cumplido y esta cerca el Reino de Dios; haced penitencia y creed en el Evangelio” (Mc 1,15). Esa buena noticia de la salvación ha de ser proclamada en todo el mundo, y para ello envía el Señor a los Apóstoles (cf. Mc 13,10).

La predicación de los Doce Apóstoles acerca de Jesucristo y de su obra redentora se llama también “el evangelio”, que en la predicación apostólica versa sobre las palabras y las acciones de Jesus; pero sobre todo proclama que Cristo, con su Muerte y Resurrección, nos ha redimido de nuestros pecados, realizando las promesas salvadoras que Dios hizo en el AT. Así, el Evangelio que los Apóstoles proclaman es el anuncio de la buena noticia, que es el mismo Jesucristo.

En resumen, la palabra “evangelio” la usaron los cristianos, en primer lugar, para designar el anuncio gozoso de la Salvación realizada por Cristo. Cuando mas tarde este anuncio fue escrito, se aplico la palabra a los mismos libros que contenían el “evangelio” predicado.

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